¿Porqué debemos consumir el huevo completo?

Desde hace varios años existe la noción de que la yema del huevo es dañina para la salud debido a su alto contenido en Colesterol lo cual, lo hacía enemigo de todas las personas que buscamos mantener un estilo de vida saludable. De esta manera, los omelettes de claras ganaron protagonismo.

El rechazo al consumo de la yema de huevo se debe principalmente a su alto contenido en Colesterol y el efecto que éste último tiene sobre la salud del corazón. Efectivamente, en la yema del huevo encontramos Colesterol pero no debemos olvidar tampoco que nuestro propio cuerpo genera Colesterol. Es por eso que si tenemos problemas de Colesterol alto en sangre, no sólo debemos revisar la dieta que estamos consumiendo si no también nuestra propia genética.

Por otro lado, las yemas también contienen otros nutrientes además del Colesterol. El huevo es uno de los alimentos de origen animal con menos grasas saturadas y su aporte en omegas (3, 6 y 9) contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares:

Fuente: Instituto de estudios del huevo. Madrid. 2009.

Adicionalmente, aporta cantidades significativas de vitaminas (A, B2, Biotina, B12, D, E, entre otras), minerales (fósforo, selenio, hierro, yodo y zinc) y antioxidantes (luteína y zeaxantina). Es por estas razones que la Asociación Americana del corazón a partir del año 2000 modificó sus recomendaciones de limitar el consumo de huevo a un máximo de 03 veces por semana a poder consumir 01 huevo diario.

No olvidemos que los principales responsables dietéticos del aumento de colesterol en sangre (especialmente del Colesterol LDL) son el consumo elevado de grasas saturadas así como grasas trans (estas últimas no se encuentran en el huevo).

Es por ello que aquí te dejamos algunas ideas para comer huevo… con yema y todo!

  1. Agrégalas a tus ensaladas: hoy que las ensaladas son ya protagonistas en los almuerzos, es una gran oportunidad de mezclarlos con verduras de varios colores (así tenemos más antioxidantes en la dieta) y una vinagreta a base de aceite de oliva (rica en ácidos instaurados).
  2. En el desayuno… junto a una tostada con palta: agrega un huevo duro o escalfado a una tostada integral con 1/4 de palta. Agrega un poco de sal y pimienta y tienes listo un desayuno de campeones.
  3. Huevos escalfados: son otra opción al huevo duro y muy sana, ya que evitamos las calorías extras del aceite cuando lo freímos. Sólo debemos agregar a agua hirviendo 1 cdta de vinagre, y dejar cocinar el huevo sin la cáscara.
  4. Agrégalas a tus sopas o cremas de verduras: en esas noches frías de invierno, podemos agregar un huevo a nuestra sopa o crema batiéndolo mientras aún esté hirviendo en la olla.

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