Pollo al horno

Como parte de la celebración por el día de mi cumple y aprovechando el lindisimo día de verano que hubo, me fui con mi esposo a pasear por el mercado de Santander. Tengo ya cuatro años por acá y no había entrado. Si había paseado por sus alrededores pero no había podido entrar a visitar los distintos puestos que hay  y que están muy bien de productos y precio. Los dejo acá con algunas imágenes.

Y luego de celebraciones y regalos que ya les mostraré, retomamos las recetas de la familia y en especial las de la nonna y la tía Mary. Con una receta que me encanta. No es que sea loca amante del pollo pero es tan fácil y tan rica que cualquiera puede hacerla. Y para todos aquellos que viven solos o que odian limpiar sus cocinas, es un éxito porque no se ensucia nada. Máximo una bandeja para el horno y una tabla para picar y puedes evitar ensuciar la bandeja si compras de las descartables. Lo hago mucho cuando tenemos invitados porque así la limpieza post cena es mucho más sencilla. Si ya te vas por el lado más vago del asunto, puedes comprar verduras picadas y congeladas en el supermercado y usar esas.

Estos últimos días C. ha estado dando malas noches por esos virus que trae de la guardería y el cansancio me ha ganado para complicarme en la cocina. Esta receta suele salvarme de mucho trabajo o limpieza. Cuando me fui a vivir sola, mi mamá, que debe haber cocinado 4 veces en su vida, siempre me dijo que la mejor forma de cocinar era en el horno, porque no ensuciabas nada. El día que preparé esta receta me di cuenta que tenía razón. Existe una leyenda urbana en mi familia que dice que mi mamá cocino un pollo al horno para chuparse los dedos un día que le cayó de sorpresa toda la familia en la casa a comer y cuando le preguntas cómo lo preparo siempre dice que no se acuerda. Que le puso de todo lo que encontró en la cocina. En verdad si usas un poco de lógica, hacer un pollo al horno rico, no es muy complicado. Verduras por aquí, aceite de oliva por allá, muchas hierbas, especias y listo.

Yo cambio en un par de cosas la receta original que es la que les daré en este post. Primero, agrego zanahorias porque me gustan cocidas al horno y ese dulzor que tienen cuando se deshacen en la boca. También porque luego me sirven para dárselas a C. con el pollo deshilachado, bien picado y con papa machacada. Segundo, le doy un toque oriental poniéndole jengibre a la salsa para marinar el pollo. Me gusta mucho ponerle jengibre a mis comidas. Su aroma dulce y ácido me encanta y últimamente siempre lo tengo en mi cocina. Finalmente, agrego una cucharada de miel a la salsa que le da un toque dulce y que me ayuda a que la piel del pollo me quede un poco más dorada y con ese color marrón.

Una última recomendación. A nosotros siempre suele sobrarnos pollo porque vienen 6 muslitos grandes en el paquete y somos dos en casa. Bueno, ahora tres. A veces no provoca repetir lo que comiste en la mañana por la noche, así que desmenuzamos el pollo, chancamos la cebolla y la zanahoria, una cucharada de mayonesa, si quieres queso, pan tostado y tienes un sándwich de pollo delicioso para cenar. Si ya quieres hacer una versión un poco más light, puedes hacerlo en pan pita o enrollado en tortillas. Los dejo con esta receta muy sencilla y que espero les guste.

Pollo al Horno

Ingredientes

1 Pollo grande cortado en presas o presas al gusto (yo utilizo muslos)

8 Papas amarillas peladas crudas

6 Cebollas chicas peladas crudas

1 Hoja de laurel

1 Cdta. de hojas de romero

4 Dientes de ajo

10 Granos de pimienta entera

3 Cdas. de salsa de soja

2 Cdas. de vinagre tinto

Sal y pimienta

Limón

Preparación

Sobar las presas de pollo con un poco de sal y limón y luego acomodarlas en una asadera aceitada alternando con las papas y cebollas (en mi caso también con las zanahorias). En la licuadora se echan los ajos, laurel, romero, pimienta entera, vinagre, salsa de soja y la sal. Yo agrego, una cucharada de miel y un dedo de jengibre en trozos.Se licua todo y se echa sobre el pollo, las papas, las cebollas y la zanahoria.

Se prende el horno en broil y se pone la asadera al horno para que doren bien las presas. Cuando estén doradas se baja el horno a 350°F o 180C y se termina de cocinar por unos 30 a 40 minutos.

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