Olor a navidad…. ya falta poquito!

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Voy a ser honesta con ustedes y decirles que la navidad no es de mis fiestas favoritas del año. Lo paso bien, como de maravilla pero no se porque nunca me ha hecho un especial tilin. Seguro que cuando era pequeña sí, pero ya de grande fue perdiendo encanto y volviéndose una época del año en que hay un tráfico infernal (en Lima porque acá eso no varía mucho), todo el mundo anda corriendo de un lado a otro pensando en regalos pendientes y en eventos, cenas, comidas y lonches. También creo que se debe a que siempre se celebro en mi familia con grandes fiestas, muchos invitados que no conocía o si conocía no sabía porque estaban ahí en un día familiar y al final uno acaba agotado de ambas celebraciones (24 y 25).

Mis mejores navidades y las que recuerdo con mas cariño son las navidades pequeñas, en familia y junto a la gente que más quiero. Todas y cada una de las navidades que he pasado en España han tenido su encanto, ya sean porque vino la familia o porque lo pasamos con los grandes amigos que hemos hecho acá y que ya son parte de nuestra familia.

Ahora con Cayetana, todo lo que gira entorno a la navidad y lo estresante que me parecía, ha cambiado por completo. Me tomo las cosas con bastante más calma, no me por comprar los regalos, y creo que mi mayor dolor de cabeza está en elegir con qué vamos a acompañar el jamón de navidad o si vamos a preparar pavo o pierna de cerdo.

Ella ahora se da cuenta de las cosas a diferencia de las navidades pasadas en que no tuvo idea de nada. Le grita a todos los papanoeles ¨papa¨, baila moviendo la cintura y los hombros a ritmo de ¨la marimorena¨ y A. y yo disfrutamos muchísimo paseando por las calles de la ciudad mostrándole tradiciones que no tenemos en mi país, como la gente patinando sobre hielo (nuestras navidades son en verano) o las calles llenas de luces de navidad. Ya ha comido uno que otro polvorón y estoy contando los días para el show del cole de navidad en que tengo que vestirla de ¨pastorcita¨.

Les comenté hace poco en una entrada pasada que uno de mis recuerdos gastronómicos más fuertes de infancia era mi nonna, y como preparaba en esta época una cantidad absurda de bizcochos de navidad que regalaba por todo Lima. Bueno hoy les traigo la receta de ese bizcocho que mi tía Mariella ha tenido la amabilidad de mandarme. Me cuenta mi nonna que la receta se la dio la mamá de Orieta, una muy buena amiga suya.

Yo no soy muy amante de las frutas confitadas, es más, suelo sacarlas en el panetón, pero éste no sería bizcocho de navidad sin ellas y tampoco se sienten tanto. Yo le he puesto encima unas cuantas para adornar pero pueden optar por no ponerlas o sacarlas si no les gustan como a mí.

También he optado por agregarle pasas a la mezcla de frutas confitadas y un glace de azúcar en polvo y naranja y ambas innovaciones quedan muy bien si quieren probarlo.

Este año cuento los días, no sólo para que llegue la navidad, sino lo que esta navidad me trae… a mi familia. No veo las horas que mis papas y mi hermano estén acá conmigo, una semana más!!!. Para terminar, desde acá aprovecho esta receta para mandarle un beso enorme y un fuertísimo abrazo a mi nonna estas navidades. Decirle que la extraño muchísimo, la queremos un montón y que espero que las próximas navidades estemos allá con ella para que pueda pasarlas con Cayetana. Gracias por la receta!


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